Rey de los francos orientales (817-843) y de Germania (843-876). Tercer hijo de Ludovico Pío, intrigó contra su padre. Aliado con su hermano Carlos el Calvo, se enfrentó a su otro hermano, Lotario. Con el reparto de Verdún (843) obtuvo Germania. Tras la muerte de Lotario (855) se enfrentó a su sobrino Lotario II y a Carlos el Calvo, a quien disputó Lotaringia. Éste último le arrebató una parte de Lorena (869), del valle del Ródano y de Italia (874). Por otra parte, las revueltas de sus hijos, Carlomán, Luis y Carlos el Gordo, le impidieron ocupar el trono imperial. Favoreció el comercio de los mercaderes germanos hacia Bohemia, Croacia y por el Danubio
(Estrasburgo, Francia, 1786-Niza, 1868) Rey de Baviera (1825-1848). Hijo de Maximiliano I, le sucedió en el trono en 1825. Antes, a pesar del nacionalismo alemán que propugnaba, había servido en el ejército de Napoleón entre 1806 y 1809. Ferviente admirador de la Grecia clásica, logró que su hijo Otón ocupara el trono de este país (1832), e impulsó diversas construcciones de estilo neoclásico en Munich. Consolidada su monarquía en Baviera, dio un giro a su política de moderación e impuso a su Estado un régimen autoritario, cercano a los postulados absolutistas, sin que ello significase un cambio en su actitud ilustrada y favorable al progreso; así, hizo entrar a Baviera en el Zollverein (1833) y tendió las primeras líneas de ferrocarril (1835-1843). Sus devaneos amorosos con la bailarina Lola Montes extendieron la duda acerca de su capacidad de gobierno, factor que, unido a la oleada revolucionaria de 1848, lo impulsó a abdicar del trono en favor de su hijo Maximiliano II